E de Editor
1. ¿Hay grandes diferencias entre el periodismo concebido originalmente para un medio impreso y los contenidos que se generan para un sitio web?
En esencia, la estructura de fondo de una nota periódistica --noticiosa o de otro tipo-- no varía mucho ya sea concebida para una publicación impresa o electrónica, más allá de la brevedad y velocidad asociados con la lectura en pantalla. Pero es diferente cuando se trata de los titulares porque quienes acceden a la información electrónica lo hacen de muy diferentes maneras; no es igual que si hubieran comprado un periódico o una revista. Habría que preguntarse:
2. ¿El titular funciona
fuera de contexto?
En la Web, la
mayoría de la gente que halla un titular probablemente no conoce el contexto.
Imagina tu titular no como se ve al inicio de tu artículo, sino como se vería
en la página de otro sitio sin relación con el tuyo, en un tweet, en Facebook,
o en un buscador. ¿Alguien que no estuviera familiarizado con tu sitio se
sentiría atraído hacia la historia?
3. ¿La promesa
es atractiva?
Piensa en tu
titular como un emisario de tu artículo, escrito para viajar a través de
internet proponiendo el material a lectores potenciales. E imagina a tus
lectores preguntándose: ¿Y esto por qué debería interesarme? El título debe
articular claramente un tema específico, que dé al lector pistas claras del
valor de lo que va a leer a continuación.
4. ¿Es fácil
de entender?
Cuanto más
complejo es un titular, más difícil será entenderlo a primera vista, y también es
más posible que el lector lo rechace y siga de largo en busca de otra
información. Trata de hacer titulares directos y sin adornos. De ser posible, usa
palabras concisas y familiares para tu lector. Un titular con muchas palabras,
con varias partes separadas con signos de puntuación tiende a espantar a los
lectores.
5. ¿Iría bien
como lista?
No importa
cuánto los escritores detesten los “listículos”, es un hecho que a los lectores
les gusta ver números en los titulares. Las listas no sólo proponen un paquete
de información, sino una serie de propuestas claras, en algunos casos con
connotación jerarquizada. Para empezar:¿qué te atrajo a leer este artículo?
6. ¿Son
necesarias todas esas palabras?
En muchos
destinos potenciales como Google, Twitter, Facebook, etc, un titular muy largo
probablemente se lea cortado, lo cual le restará sentido. Además, el titular
más corto siempre es más fácil de entender en primera instancia. Omite toda
palabra innecesaria.
8. ¿Se puede hacer como pregunta? “Las
inundaciones en Monterrey: ¿Hemos aprendido algo?” En muchas ocasiones una
pregunta, y la promesa de respuesta contenida en ella, enganchan al lector y lo
conectan con el tema del momento de una manera diferente. La promesa, por
supuesto, debe cumplirse y la pregunta hallará respuesta en el cuerpo de la
nota. O por lo menos una entre muchas posibles. Y quizá convoque al usuario a
buscar otras y participar con sus comentarios.
9. ¿Se vale también un poco de humor? Sí, pero no
demasiado. Sin abusar del doble sentido y usándolo con fineza. Un toque de fino
humor en un titular genera empatía con el lector, pero hay que saber elegir
dónde y cuándo. Por supuesto, no todas las noticias se prestan para abordarlas
con la premisa de un giro humorístico en el titular.
10. ¿Lo
entenderán los buscadores? Primero
escribe pensando en los usuarios, pero luego piensa en los motores de búsqueda.
No olvides que los motores de búsqueda consideran al “title” como una meta-etiqueta
clave a la hora de jerarquizar la información, además de que, como
ya dijimos, mucha gente ve tus notas vía
rss, twitter u otros
enlaces donde sólo publicarán tu título.
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