martes, 25 de octubre de 2011

¿Está muerta la pirámide invertida?

En un taller compartido con otros consultores escucho a una colega decir: "Ya chole con la pirámide invertida". En español estándar esto significa: ya basta de la pirámide invertida. Ningún periódico la usa ya tal cual. Si acaso, queda como el estilo de las agencias. Es una forma de escritura aburrida y repetitiva.
Es todo eso, pero también es la herramienta básica del periodista. Esencial e imprescindible como el martillo y la cinta métrica para el carpintero o la cuchara para el albañil.
No importa qué forma tome una nota en la puesta en página final, la pirámide invertida es sobre todo un método sencillo y eficaz de organizar la información noticiosa, y el más rápido para entender y procesar la noticia, descubrir su centro.
La prueba primera que debe pasar quien pretenda ser periodista es escribir una nota de suceso siguiendo la estructura de la pirámide invertida. Así que ya sabes, si alguien llega pidiendo trabajo como reportero o editor, lo primero que tiene que saber hacer es escribir una nota usando la pirámide invertida. Si no puede, no es periodista. Puede ser redactor, corrector de estilo, de pruebas, secretaria, jefe (el que sabe, sabe; el que no, es jefe), pero no periodista. Y esto no quiere decir que no pueda llegar a serlo, tampoco es tan difícil.

3 comentarios:

  1. Es cierto. Ser creativo no signifca, creo, no fundarnos sobre aquello que ha funcionado, funciona y funcionará solo porque es antiguo. Creo, más bien, que se trata de buscar la originalidad en cada nota, o por lo menos buscar un enfoque atrayente cada vez. Por el contrario, las normas y el uso evolucionan y, en el mejor de los casos, se simplifican. Ahora bien, ¿por qué tenías que mencionar a los correctores? Saludos, amigo. JSC

    ResponderEliminar
  2. Muchos correctores son expertos en la lengua, pero distan mucho de ser periodistas. Perdón Julio, pero así es. Lo mismo ocurre con los que pretendemos ser redactores o editores. Si no comunicamos, es decir, si no llegamos hasta la gente y hacemos que capte lo que queremos decirle, somos lo que sea menos periodistas, aunque escribamos bien.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Güicho. En realidad, creo que no has captado la intención de mi comentario final, pues es un sarcasmo a todas luces. Yo, antes que corrector (lo cual hice durante años por comodidad y necesidad) o periodista soy escritor literario (y desde los doce años de edad). Grandes escritores se han dedicado aleatoriamente al periodismo (ahora mismo leo a Alejo Carpentier, quien también fue periodista). Es más fácil hacer de un escritor un periodista que de un periodista hacer un escritor. La técnica, con esa estoy de acuerdo, pero esa es otra historia. De hecho, yo ya no firmo mis trabajos de corrector con esa boba palabra, sino como revisor ortográfico y gramatical y, francamente, mi amigo, no he conocido a un solo corrector en los cuatro periódicos en los que he trabajado que sepa escribir. Creo que te has perdido mis más recientes notas al respecto en mi bitácora, que creo te hubiesen interesado y te habrían ayudado a captar el sentido de mi sarcástica pregunta retórica.

    ResponderEliminar