martes, 13 de septiembre de 2011

Rediseño y contenidos editoriales

Es común que una publicación que se propone un rediseño descubra pronto que el cambio de imagen por sí solo no cumple sus expectativas de reposicionamiento y que necesita actualizar, mejorar y diversificar sus contenidos editoriales.
Entonces es cuando recurren a nosotros y casi siempre constatamos juntos que la Redacción está plagada de viejas prácticas que se mantienen "porque así se ha hecho siempre", que el flujo de trabajo no es el adecuado, que se descuida el recurso humano y el organigrama de la Redacción no es funcional y no lo era incluso antes del rediseño y que el Equipo Editorial se ha entregado a la rutina del día a día y ha dejado de vibrar y disfrutar lo que hace y no está preparada para los cambios. Sigue un largo etcétera aquí.
Ese es uno de los valores de mi trabajo y lo que me hace a mí vibrar y disfrutarlo: ver cómo estaba la Redacción cuando llegué y cómo la dejé cuando me fui. Cuando me voy, porque casi siempre, termino quedándome para siempre; sé que me van a llamar una y otra vez porque siempre habrá soluciones nuevas que encontrar. Mi trabajo como consultor, he dicho y lo repito aquí, es una labor polinizadora, más de abeja que de experto, más de experiencias prácticas que de conocimientos teóricos que se pueden encontrar en cualquier página de internet. Llevo de una Redacción a otra mejores prácticas, soluciones exitosas, iniciativas deslumbrantes. Cuando es aplicable, transmito a unos lo que otros han hecho y les ha dado los mejores resultados. A eso me dedico, eso promuevo: dar resultados. Para empezar, voy a listar aquí algunos de esos vicios comunes que he encontrado en muchos equipos editoriales, quienes los dirigen, y los tomadores de decisiones que están por encima de estos, hasta llegar a los dueños.

1. ¿Tienes una Visión/ Misión/ Valores Estratégicos? Si no la tienes, estás frito: no sabes a dónde vas ni lo que quieres. Si la tienes y tu práctica cotidiana no se corresponde ciento por ciento con los objetivos trazados y tus valores estratégicos (ojo: tienden a confundirse todo el tiempo con valores éticos, y no son para nada lo mismo) entonces no te sirve de nada. Si tus redactores, editores y diseñadores no la conocen a cabalidad no sabrán por qué trabajan, ni el Editor General podrá ser coherente con sus portadas, ni con los contenidos editoriales que genera, ni con la búsqueda constante y necesaria por identificar al lector y sus necesidades e intereses. No se trata de letra muerta; la V-M-VE tiene que ser letra viva,que defina, oriente y establezca un marco de referencia claro sobre el contenido de la publicación.

2.¿Tienes estrategias y políticas bien definidas de competencia y crecimiento de tu gente al interior de la Redacción? Nada desmotiva más a una Redacción que hacer todos los días lo mismo sin que pase algo diferente y sin ver un horizonte más allá en su carrera. La capacitación constante, la apertura a iniciativas individuales, el ser tenido en cuenta, la posibilidad de ser promovidos con base en la experiencia y el desarrollo profesional estimulan el crecimiento interno de una Redacción, sus miembros en particular, y la generación de mejores contenidos e productos editoriales en general.

3. Continuará...

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